1.11.09

EL RAYO DE SOL

La vida te sorprende a cada instante.


Cuando creemos que lo peor está por venir, que ya no queda nada por hacer ni por qué vivir, nos damos cuenta que siempre hay un pequeño rayo de Sol dispuesto a iluminarnos los días.
Ese rayo se puede encontrar en cualquier lugar (sí, hasta en el más insignificante, en el menos pensado, en el más cotidiano...)
Solía preocuparme por cosas que no tenían demasiado sentido, cosas banales, artificiales; hasta que llegó mi rayo de Sol.
Cuando llega, te atraviesa el cuerpo, el alma y la razón, y ya no queda más remedio que dejarse iluminar. Porque su fuerza es tan vehemente que, a pesar de parecer el rayo de Sol más fútil, toma todos tus sentidos y cada una de tus células hasta volverte inmune de todo aquel dolor que habías soportado y que creías que no terminaría jamás.
La vida sabe sorprenderte; sabe cuándo, cómo, dónde y por qué. Pero sobre todo, sabe con quién.

No hay comentarios:

Publicar un comentario