5.9.10

Reflexión

Cuando el adolescente medio se encuentra en vistas a terminar el colegio, es bastante lógico que no sepa qué hacer de su vida. Con esto me refiero a que el jovencito no sabe qué estudiar, y si es que ya lo sabe, no se decide dónde.
Cuando encuentra carrera y lugar, se lanza al futuro. Estudia. Puede dejar, puede seguir. Puede seguir y dejar en la mitad. Puede dejar en el penúltimo año. Puede dejar al tercer día de clases. Puede seguir diez años y permanecer en primero. Etcétera.
Por otra parte, está el joven de 20 que se encuentra en el tercer año de una carrera de cuatro. Digamos que, cuando empezó, el final del camino se encontraba demasiado lejos del alcance de sus manos y de su mente. Pero, un día, resulta que abre los ojos y se encuentra con el futuro ahí mismo, delante suyo. Listo para ser palpado con las manos.
En Argentina, para el joven de entre 20, 21, 22 ó 23 años, la situación es un poco complicada.
Desde la experiencia personal, pareciera difícil encontrar EL trabajo perfecto para EL periodista con TODAS las ansias, las ganas y la curiosidad.
Definitivamente no está bueno ver a la modelito sonriente pasearse por las revistas y los programas de TV como la "conductora" equis. Ahí es cuando me pregunto, qué hago estudiando si, al fin y al cabo, parece que todo en esta vida se trata de quién puede meterte en el medio o no.
Con las esperanzas un poco perdidas y los brazos abajo, me di cuenta de que las posibilidades son infinitas. Que si uno quiere algo, realmente puede conseguirlo.
Hoy en día, hay múltiples posibilidades de expresión que no hubiésemos tenido ni 30, ni 20, ni, incluso, 10 años atrás.
Blogs, radios, twitter, publicaciones pequeñas. Hay libertad de expresión. Hay libertad y ganas, por sobre todas las cosas.
Hay gente que quiere cambiar; gente que sabe escribir, que sabe hablar, que sabe entrometerse , que posee niveles de curiosidad admirables. Gente que tiene ganas de mirar para adelante y cambiar las cosas.
Defender con uñas y dientes lo que uno desea.


2 comentarios:

  1. Devadip Ismael Rodríguez5 de septiembre de 2010, 22:55

    Muy bien Agostina:
    Eres muy lúcida en tu análisis de las nuevas posibilidades de comunicación. Yo fuí un gran aficionado a la Onda Corta y recuerdo hace años como pasaba horas buscando captar alguna señal de emisoras de radio en Venezuela. Hoy a la hora de comer escucho las noticias de allá con la nitidez de las emisoras locales. Esto redundará en libertad, porque será muy difícil ocultar información. Los poderes lo saben y así tratan de controlar las nuevas formas. Felicitaciones.

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  2. Gracias Ismael!! Pero podías captar las ondas, o el intento quedó en la nada? La verdad que creo que hay que aprovechar la posibilidad que nos da la tecnología, de estar cada día más comunicados.
    Lo veo como algo muy positivo...
    Espero que anden todos muy bien por allá! Espero poder ir para el verano (invierno en realidad jeje) del 2011!
    Un beso grande!

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